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Viaje a Escocia READER 2023

(English version below)

Entre el 27 y el 30 de marzo una delegación conformada por la Red Asturiana de Desarrollo Rural, los once Grupos de Desarrollo Rural y la directora general de Desarrollo Rural y Agroalimentación, Begoña López Fernández, visitaron las Tierras Altas de Escocia, un viaje que estaba pendiente desde 2020.

Una intensa y fructífera semana de visitas e intercambios de experiencias con diferentes entidades, donde los proyectos comunitarios tienen una gran importancia y el Brexit es un continuo lamento, como se repitió a lo largo de estos días, ya que han perdido un importante volumen de financiación, dependiendo exclusivamente del gobierno escocés, y con una planificación que no va más allá de lo anual.

El día más institucional

El lunes resultó ser el día más institucional de la visita, con la visita al Campus de la Universidad de Inverness, donde tiene su sede la Highlands and Islands Enterprise (HIE).

Comenzó esta jornada con la bienvenida por parte de Vanessa Halhead, presidenta honorífica de la Scottish Rural Action (SRA) y miembro del Parlamento Rural Escocés, donde defendió el medio rural escocés desde una perspectiva amplia sin exclusiones, tendiendo puentes entre la sociedad y la clase política, para dar voz a las zonas rurales de Escocia.

A continuación la directora general del Principado y la vicepresidenta de READER, Amelia Fernández López, agradecieron la invitación y el acogimiento, a la vez que el gerente del GDR Bajo Nalón realizaba una pequeña presentación sobre la Red y sus Grupos de Desarrollo.

Robin Clarke del HIE habló del contexto socioeconómico reconociendo los defectos y virtudes que actualmente tienen, coincidentes en gran medida con los nuestros. Destacó como positivo el alto nivel de emprendimiento, un mayor porcentaje de innovación en el emprendimiento y las energías renovables como gran recurso. Entre lo negativo, un menor nivel de exportaciones, un crecimiento demográfico lento, lo que da lugar al envejecimiento de la población, la falta de vivienda y la pobreza energética, una conectividad que se está mejorando, pero la dificultad a la hora de conectar zonas remotas. El papel de la institución que representa es variable, dependiendo de las necesidades de los y las promotoras de la región, que tiene la densidad de población más baja de Europa después de Escandinavia, con un 8,5%.

Por el Gobierno escocés participó Elaine McGregor, de la Scottish Rural Network, que habló del efecto negativo del Brexit y cómo afecta al programa LEADER para las políticas de Desarrollo Rural. La necesidad de generar una PAC escocesa que sustituya a los fondos europeos es uno de sus principales objetivos.

Malcolm McLeod, del Consejo de las Highlands, habló del papel que juegan las autoridades locales, así como de la importancia de lograr la soberanía energética e incluso exportar más para lograr independencia y mayores ingresos. Aquí hay coincidencias, como el interés en Asturias por el hidrógeno. MacLeod se mostró crítico con el uso turístico de viviendas al generar un déficit para su uso residencial, como ya ocurre en localidades costeras gallegas.

Jayne Golding de HITRANS (socio en el proyecto internacional Ruralities en el que también participa READER), habló de los problemas de transporte público en las Highlands y mostró varias iniciativas de cooperación público privada y de soluciones audaces para el urbano y el rural con gran peso del uso de la tecnología. Fundamenta las soluciones en la adaptación del servicio a la demanda efectiva mediante el uso de la inteligencia artificial, además del trabajo en red y la coordinación.

María de la Torre, por la agencia estatal Nature Scot, señaló como primordial la lucha contra el cambio climático y por la diversidad. Desde su organización defienden el modelo de la puesta en valor para proteger una especie y fomentar la economía verde. Destacó como proyecto estrella la recuperación de las tierras de turba, las peatlands, para el secuestro de carbono como parte del patrimonio cultural de la zona.

Tras las exposiciones visitamos el Campus de la Universidad de las Tierras Altas e Islas, en el que se imparte formación superior tanto universitaria como de grados formativos, enfocados en su mayoría a la sanidad, el medioambiente y las tecnologías.

Por la tarde hubo una visita al Impact Hub Inverness, donde Brian Weaver, cofundador del HUB, habló de los tiempos felices anteriores al Brexit y de su proyecto, que si bien no recibe ayudas públicas directas, son las Instituciones Públicas sus principales clientes. Además se tuvo oportunidad de conocer otros proyectos con implicación comunitaria, como Highland Comunity Waste Partnership a través de su coordinadora Isabel McLeish, orientado al fomento del reciclaje y la segunda oportunidad de todo tipo de enseres, con una clara base medioambiental.

La jornada concluyó con una recepción oficial en el Ayuntamiento de las Tierras Altas y las Islas, en Inverness, con la recepción encabezada por la provoste Glynis Campbell-Synclair.

La Red hizo entrega a las diferentes entidades que recibieron a la delegación asturiana de un detalle que consistió en un corazón con la leyenda en inglés "Ser rural es un valor, no un inconveniente" y del libro 'Asturias. En cuerpo y alma', editado por Delallama Editorial.

Isla de Skye

La jornada del martes fue la de un mayor desplazamiento hasta la isla de Skye, en el oeste de la isla. Allí nos recibieron los responsables del centro de estudios Sabhal Mòr Ostaig (SOM), fundamentado en la lengua y cultura Gaélica, que señalaron la importancia de la institución como motor de desarrollo de la Isla.

El director adjunto de este centro educativo y conservación de la cultura, Eairdsidh McLean, habló de las oportunidades surgidas por la defensa del Gaélico, fundamentada en una estrategia que pasa por la enseñanza, la investigación, la escolarización y la puesta en valor del patrimonio cultural.

Donnie Munro, director de Desarrollo y Artes de SMO, centró su discurso en la importancia de lograr un apoyo político al Gaélico, que ha logrado con todos los partidos, y desarrollar iniciativas para su protección y puesta en valor. Han desarrollado varios proyectos que, fundamentados en la defensa de la comunidad gaélica, han servido para atraer población a la isla y desarrollar políticas de vivienda. Explicó que el foco se haya puesto en desarrollar las habilidades idiomáticas e incrementar el número de hablantes de Gaélico no solo en las Tierras Altas, sino en toda Escocia.

Señaló que la emigración dejó terrenos que fueron ocupados por personas con más poder económico llegadas de otros lugares y la dificultad para encontrar vivienda a las personas jóvenes de Skye u otras que quieren asentarse en la zona. De ahí que el propio centro educativo es promotor de una comunidad de viviendas, un housing, asequible y comunitario, también contemplado como un proyecto educacional.

SOM tiene una concepción holística donde también se realizan residencias artísticas de todo tipo, donde “el idioma no es solo palabras”. Se está llevando a cabo la digitalización de fondos que hay en la BBC, ahora accesibles a través de medios online, donde se recogen “los sonidos y las tradiciones de Escocia”.

Para Munro “apoyar todo esto desde lo emocional y los aspectos culturales les dota de un valor socio-económico es un punto crítico. Por este mero hecho se está creando trabajo, se crean oportunidades. Hay que crear contenido, llevar a cabo un desarrollo multimedia, audiovisual y literaria. Aseguró que “en 17 años de vida, el impacto generado es 10 veces el recibido”.

Theona Morrison es presidenta de la Scottish Rural Action y fundadora de CoDEL habló de los cambios necesarios para el turismo y su choque frontal con las políticas de vivienda. Relacionado con el Gaélico y las lenguas, señaló que “el valor social de la lengua debe ser entendido como algo fundamental”. Para la presidenta de SRA el SOM es ejemplo de “cómo regenerar a través de la educación, del idioma y la cultura. Ésta también es una manera de repoblar y debemos celebrar los que vuelven y se quedan, por pocos que sean”.

También se refirió al trabajo que están llevando a cabo en la “redefinición de las periferias y de cambiar la narrativa, el relato”. Aquí es donde entra en juego CoDEL, una microempresa social que apoya los territorios remotos “para cambiar la narrativa, pero también cambiarla en casa” y señaló la necesidad de generar actividades, no sólo actividad económica para atraer y mantener población.

Morrison destacó la necesidad de “aceptar que la gente salga a ver mundo, pero también de que vuelvan con nuevas visiones”.

Màrtainn Mac a’Bhàillidh es arquitecto y voluntario en una asociación centrada también en la vivienda. En su intervención habló de la necesidad de regular el mercado de la vivienda frente al turismo, “el daño que hace Airbnb”, y fomentar el acceso a la misma. “Se da un envejecimiento de la población porque la juventud se va al no encontrar vivienda”, y señaló el cohousing como una opción.

Ya por la tarde la delegación asturiana se desplazó hasta otro emplazamiento en la misma isla de Skye para visitar Broadford and Strath Community Company (B&SBC). Tras visitar el camping comunitario de Broadford abierto al público y que representa una importante fuente de ingresos para la Comunidad, la delegación tuvo ocasión de visitar el cobertizo para hombres: un punto de reunión donde hacen bricolage de los hombres mayores para luchar contra la soledad, el alcoholismo o las enfermedades mentales, teniendo en cuenta también el índice elevado de suicidios.

El complejo comunitario está complementado con un hotel y una huerta comunitaria en la que también se desempeñan labores comunitarias y visitas de centros escolares, además de preparar la ampliación del camping, ya que hay más demanda de plazas que oferta. El camping ya está dando beneficios, gestionado por voluntarios, y sus ingresos revierten sobre la Comunidad.

Tras visitar las distintas instalaciones se mantuvo un intercambio de experiencias, entre las que Jeff Carry, tesorero de la Comunidad de Broadford, describió el trabajo de su colectivo, fundado en 2003 y con 35 proyectos desarrollados a sus espaldas. Además del trabajo voluntario por valor de 8.000 horas entre los diferentes proyectos, también se han generado cinco nuevos puestos de empleo.

Parque Nacional de Cairngorms

La jornada arrancó con la visita a las instalaciones del Parque Nacional de Cairngorms (PNC) en Grantown, donde nos pusieron en contexto tanto del Parque como del propio entorno y de la comunidad, así como su implicación.

Grant Moir, CEO del Parque, explicó que el de Cairngorms es el mayor del Reino Unido con una superficie que supone la mitad de Asturias, un presupuesto anual de 1,5 millones de libras y tan solo 19.000 habitantes. La mayor parte del territorio es de propiedad privada, de modo que se trabaja en un modelo público-privado donde intervienen más de 100 organizaciones y personas diferentes. Al año reciben unos 2 millones de visitantes cuando hace más de 20 años estas cifras se situaban en 1,2 millones. Se trabaja muy duro por evitar una presión y un impacto negativo en el entorno.

Los motivos principales de los visitantes son el paisaje, la vida salvaje y la cultura. De hecho hay interesantes experiencias a torno a la visualización de aves y ahora se hayan inmersos en cómo gestionar el cambio climático. Esto les lleva a diseñar una nueva estrategia también para reducir el carbono en un 75% en 20230, mientras que en 2045 ser carbono neutro.

Aquí juega un papel muy importante la restauración de las turberas, la expansión de los bosques nativos, un transporte sostenible público dentro del Parque, alojamientos eficientes energéticamente, junto con un análisis de cómo llegan y se mueven los visitantes.

Murray Ferguson, director de Planificación del PNC, habla de que la mayoría del terreno es privado y eso genera cierta tensión con los propietarios para determinadas intervenciones. El papel del Parque aquí es como el de un director de orquesta en un espacio donde solo el 12% de la tierra es propiedad del Gobierno escocés. Y todo sin perder de vista la conservación del patrimonio natural y cultural (no en vano aquí reside el 85% de los urogallos del Reino Unido), así como poner en valor el conocimiento y el disfrute.

Ferguson también recordó aquellos otros tiempos donde contaron con financiación LEADER, mientras que ahora se encuentran a la espera de ver cómo se solventa el periodo postbrexit.

Jason Martin, de la Cámara de Comercio Local comentó las posibilidades de negocio vinculadas a la marca del Parque Nacional. Habló de una especie de empresa de vivienda garantista que asegura el cobro y la conservación del inmueble al propietario dado la presión inmobiliaria y la falta de empleo en la zona. La existencia de una vivienda asequible supone también la creación de puestos de trabajo en una zona donde las empresas tienen entre 1 y 10 personas empleadas.

También explicó que están desarrollando un producto similar al turismo de experiencia con diferentes matices, orientados a la desestacionalización del turismo.

Por su parte Cristian Pizarro presentó la iniciativa Laggan WolfTrax Mountain Bike Centre Manager para desarrollar turismo vinculado a la bicicleta de montaña con rutas a diferentes niveles y con cabida también para experiencias en familia.

El proyecto también contempla el compromiso con la comunidad y está presente en tres escuelas de Primaria, con entrenadores profesionales, bicicletas y transporte. “Se trabajan así diferentes impactos a varios niveles”, matizó Pizarro.

Posteriormente se visitó la localidad de Grantown, donde entre los proyectos visitados destacó el hotel orientado al turismo ornitológico, por sus servicios e infraestructuras.

Valle del Spey

Por la tarde se visitó el Valle del Whiskey, en el río Spey. Allí Sally Mackenzie, de la Oficina de Conservación del Parque Nacional de Cairngorms, habló de la importancia del río Spey en la economía local. Destaca por su potencial salmonero y las 53 destilerías que se encuentran en sus orillas. Aunque la calidad de las aguas es buena, similar a las asturianas, están trabajando en diferentes proyectos para mejorarlas, así como para introducir especies desaparecidas como el castor. El río está declarado espacio de especial protección por la UE, y atesora especies como el salmón, la nutria, la lamprea o el mejillón de río.

Sandy McIntyre, manager de la destilería de Tamdhu de 1897, describió su negocio desde una perspectiva tradicional muy emotiva, con arraigo y sentimiento, perfecto ejemplo de cómo vender producto, historia y tradición, creando Marca Escocia y Spey. Tras la visita a la destilería, la delegación asturiana fue invitada al privilegio de firmar un par de toneles donde envejece el whisky. Fueron encargados de la firma la vicepresidenta de READER, Amelia Fernández López, y el presidente del Grupo de Desarrollo Bajo Nalón, Jaime Menéndez Corrales, el más veterano de los alcaldes de Asturias que se jubilaba el próximo mes de mayo.

Después hubo oportunidad de acompañar a Brian Cameron, de Elchies Farm, donde nos enseñó su granja y el punto de venta asociado en la entrada con máquinas de vending, un ejemplo de venta directa puesto en marcha durante la pandemia y que sigue dando muy buenos resultados.

La jornada concluyó con una cena de confraternización en el centro comunitario de Archiestown Village Hall, que estuvo amenizado musicalmente por músicos de la zona.

Cromarty

Cromarty es un activo pueblo en el fiordo de Moray, en lo que se conoce como Black Isle, aunque en realidad no es una isla, sino un península. Aunque pequeño (poco más de 700 habitantes), tiene una intensa actividad comunitaria, con una población muy comprometida que ha sacado adelante 42 proyectos. Como recordó Catriona Mallows, de SRA, “no siempre fue igual de activo que en la actualidad, pero ahora es un lugar atractivo para los jóvenes”.

Comenzó la jornada con la visita al cine comunitario de Cromarty, donde la voluntaria Nicola Gear explicó que el proyecto va más allá de ser un solo un cine, sino que tiene una dimensión sociocultural como valor principal, financiada en su día por los fondos LEADER en un 60%, más la colaboración económica vecinal. Construido en seis meses, se inauguró justo antes de la pandemia en enero de 2020, pero no por eso dejó de funcionar, alquilado por familias. Cuenta con una sala con 35 plazas y el diseño de un arquitecto del pueblo.

Gordon Adam, presidente de la Comunidad Black Isle (una ONG orientada al beneficio de la comunidad) habló del slow tourism (turismo lento) como parte de una idea integradora de comunidad que es sostenible social y económicamente con la ayuda de todos.

Por su parte el presidente de la asociación Transition Black Isle, Julian Paren, se centró en temas medioambientales de emisión 0 y en procesos de concienciación medioambiental y de agricultura responsable, con sus mercados temáticos agrarios. Reconocen haber fallado en proyectos de energía comunitaria y se mostró escéptico respecto a la actuación de los gobiernos para resolver problemas de la comunidad, por lo que reivindicó el poder de la sociedad civil como motor. Transition Black Isle forma parte de un movimiento internacional por una transición ecológica.

El historiador David Alston defendió la protección del patrimonio pero también su uso racional y dejar paso a la modernidad funcional. “El conocimiento de la historia y de la cultura nos ayuda a entender y poder resolver muchos de los problemas actuales”, afirmó.

Cerró la participación Jon Palmer, artista y emprendedor local, miembro muy activo de la comunidad, y que ha recuperado unos antiguos establos como espacio para artistas, un colectivo que abunda en Cromarty. También señaló “la necesidad de comunicar todo lo que se hace”.

Con la entrega de más corazones rurales, una visita por Cromarty y una última comida de confraternización concluía este completo e interesante viaje a las Highlands.

Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural

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