Uno de los rincones más emblemáticos de los Picos de Europa, cuna de uno de los mejores quesos del mundo, volvió a dar de qué hablar ayer. La fiesta del queso Cabrales cumplía 50 años y celebró la 48 edición de su certamen oficial por todo lo alto, batiendo dos de sus récords: el de hosteleros que se retaron para conseguir la mejor pieza del concurso, un reserva de 35 euros el kilo de la quesería Valfríu, y el de la cifra más alta pujada hasta el momento por un Cabrales. Ni más ni menos que quince hosteleros, ocho más que en la pasada edición, compitieron en la subasta, que empezó en mil euros y acabó en 14.300 euros. Contaron además los cabraliegos con pujadores especiales, pues por primera vez acudieron hasta el pequeño pueblo de Arenas restauradores de Granada, Toledo e incluso de Mallorca.
Lee la noticia completa en EL COMERCIO DE ASTURIAS. Fotografía de Telecinco.
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