Los ministros de Agricultura de la UE han revisado los puntos de la reforma de la Política Agrícola Común aún pendientes de un acuerdo con el Parlamento Europeo, con vistas a dar un nuevo impulso que permita cerrar el pacto a ser posible en mayo.
Los titulares europeos abordaron en una videoconferencia algunos de los puntos pendientes sobre los tres reglamentos que forman parte de la reforma: uno sobre los Planes Estratégicos nacionales, otro relativo a la Organización Común de Mercados (OCM) y el tercero para regular la financiación de las ayudas.
PORCENTAJE DE LOS ECOESQUEMAS
Los ministros se centraron en particular en la “arquitectura verde” y los llamados “ecoesquemas”, un instrumento que servirá para incentivar las prácticas agrícolas y ganaderas que tengan un impacto más beneficioso para el clima y el medio ambiente.
Aunque el acuerdo inicial del Consejo (países de la UE) preveía destinar un 20 % de los pagos directos a los ecoesquemas, el Parlamento Europeo es partidario de aumentar ese porcentaje al 30 %.
Para llegar a un compromiso, Portugal, que preside este semestre el Consejo de la UE, propone un enfoque “gradual”, consistente en comenzar en 2023 y 2024 destinando un 22 % y aumentar los tres años siguientes al 25 %. Muchas delegaciones, como Francia o Italia, se mostraron durante el debate abiertas a esa idea, aunque con ciertas condiciones.
España recordó el compromiso alcanzado por el Consejo el pasado año, que el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Luis Planas consideró un “buen acuerdo”, y recordó que el sector agrícola europeo aporta más que ningún otro a la transición ecológica.
“Contribuimos con más del 40 % del presupuesto de la PAC a la lucha contra el cambio climático y la preservación del medio ambiente. La media del resto de políticas es del 30 %, por tanto somos la política que más contribuye”, dijo.
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