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Peralta: “El LEADER debe explorar otras vías, incluir más medidas y reinventar estrategias”

El rol de las tecnologías se ha fortalecido contra el Covid19; y en tiempos de pandemia se imponen nuevas formas de trabajar dentro de las organizaciones. Así, la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER, en adelante) celebró este lunes, día 25 de mayo, por primera vez y haciendo uso de la herramienta Zoom, su primera Jornada on line impartida por José Luis Peralta Pascua, jefe del Servicio Técnico de la Subdirección General de Programación y Coordinación de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Más de setenta participantes, algunos procedentes de otras redes autonómicas, presenciaron esta videoconferencia presentada bajo el título “El LEADER en tiempos del COVID-19”.

El seminario comenzó con unas palabras de agradecimiento por parte del presidente de READER, Belarmino Fernández Fervienza, a José Luis Peralta Pascua quien, además de un gran defensor e impulsor de las Ayudas LEADER y de los Grupos de Acción Local, es un habitual colaborador de la red asturiana. Aprovechó Belarmino Fernández Fervienza para anunciar que, en las próximas semanas, está previsto que se publique la convocatoria de las subvenciones LEADER correspondientes al año 2020 en el Principado de Asturias. Durante su intervención, explicó que la convocatoria sufre cierto retraso debido a las circunstancias excepcionales que se están viviendo con motivo del estado de alarma y la emergencia sanitaria. De hecho, el contenido de la misma se ha tenido que adaptar necesariamente “al impacto económico y social que está dejando tras de sí esta pandemia global”. Dicho esto, cede la palabra al jefe del Servicio Técnico de la Subdirección General de Programación y Coordinación de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal del Ministerio de Agricultura.

José Luis Peralta Pascua comenzó su intervención revelando que, en su larga carrera profesional y más allá del impacto sobre la vida de millones de personas en todo el mundo, jamás se ha enfrentado a “un golpe tan duro” como el que el COVID-19 le ha asestado a la economía nacional, europea y mundial. El confinamiento tan riguroso que se vivió tras el decreto del estado de alarma, el pasado 14 de marzo, paralizó prácticamente todos los sectores y canales de producción y comercialización, si bien reconoció que la Unión Europea “reaccionó rápido y bien” con una larga lista de modificaciones reglamentarias adoptadas para frenar la virulencia sanitaria, económica y social del coronavirus. De hecho, según dijo, Bruselas “ha flexibilizado las condiciones para poder reorientar las ayudas hacia partidas derivadas de los costes de la pandemia”.

Desde la Comisión Europea, según explicó Peralta Pascua, se han movilizado los Fondos Estructurales con el fin de reorientarlos a la batalla contra las consecuencias del COVID-19; siendo el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER), el Fondo Social Europeo (FSE); el Fondo de Cohesión y el Fondo Europeo Marítimo y de la Pesca (FEMP), los fondos más afectados por estas transferencias financieras. En relación a la pesca, Peralta citó algunas de estas nuevas medidas dirigidas, por ejemplo, a las paradas temporales de armadores y tripulantes o la inclusión de mariscadores, tal como había solicitado el Gobierno de España.

Medidas del FEADER

El Fondo Europeo de la Agricultura y el Desarrollo Rural (FEADER) se ha mantenido en cambio “en un segundo plano con la misma financiación para los dos pilares”. Sin embargo, tal como explica José Luis Peralta Pascua, desde Bruselas se ha pedido a todos los Estados miembros y a sus Autoridades de Gestión todas las posibilidades de utilizar sus PDR y los recursos financieros restantes para mitigar el impacto socioeconómico de la crisis y ayudar al medio rural a hacer frente a los nuevos desafíos.

Así, el Jefe de Servicio del Ministerio de Agricultura recuerda que en los PDR 2014-2020 se dispone de varias medidas de apoyo que pueden ayudar a aliviar la difícil situación económica y social provocada por el brote del coronavirus. Aunque la mayoría de las medidas de desarrollo rural se desarrollan dentro de la programación plurianual, algunas de ellas pueden ser movilizadas inmediatamente para dar respuesta a situaciones tan críticas como la que ha originado el COVID-19. Y en este sentido Peralta Pascua hace una mención especial a los servicios básicos y la renovación de las aldeas (Artículo 20). Según explica, esta medida puede apoyar la inversión en pequeñas infraestructuras locales y servicios básicos en las zonas rurales. Ello puede incluir inversiones en “instalaciones médicas e infraestructura en pequeña escala en las áreas rurales, como la adquisición de pequeño equipo, la adaptación de los centros de salud, la creación de instalaciones sanitarias móviles para realizar pruebas y tratamientos a la población rural, gestión de riesgos, servicios de asesoramiento y consulta, etcétera”; tal como apunta el Jefe de Servicio.

Baja ejecución de LEADER

En la recta final del actual periodo de programación comunitaria LEADER (medida 19) presenta una ejecución nacional que no supera el 32 por ciento, muy debajo del resto de las medidas del FEADER. Así lo comunicaba José Luis Peralta a los Grupos de Desarrollo Rural de Asturias, comunidad autónoma que tampoco se sitúa por encima de la media nacional; si bien nuestra región ha superado ampliamente el 5% exigido por la Unión Europea; presentando, según el Jefe de Servicio de la Dirección General de Desarrollo Rural, un resultado mucho mejor que otros territorios que a duras penas alcanzarán ese compromiso presupuestario. El porcentaje de ejecución en España respecto a las Ayudas LEADER es prácticamente similar en todos los países miembros, donde se encuentran casos tan preocupantes y sorprendentes como el de Francia con uno de los niveles más bajos de la Unión Europea.

En opinión de José Luis Peralta, uno de los mayores expertos de estas ayudas a nivel nacional y europeo, “nos vienen a confirmar que esta medida se adapta mal a los mecanismos de control del FEADER”. Pero como no hay ninguna intención por parte de Bruselas de desvincular estas ayudas de los Programas de Desarrollo Rural, “hay que admitir que tenemos que explorar otras vías, incluir más medidas y reinventar estrategias, como lo hizo el Principado de Asturias con el Ticket Rural que ha resultado ser un éxito y un buen ejemplo de buenas prácticas para el medio rural”.

A preguntas de los asistentes sobre implantar una convocatoria abierta de LEADER en la próxima programación, Peralta Pascual anunció que de momento es inviable excepto que se cambiaran a convenios de gestión plurianual; y en todo caso aelantó que “no hay ningún modo de convencer a Hacienda de lo contrario”.

En referencia a LEADER, el Presidente de READER informó que Asturias, como consecuencia de la crisis actual, ha rebajado de 6.000 euros a 2.000 euros la inversión mínima con vistas fundamentalmente a apoyar las nuevas medidas de adecuación al COVID-19 a las que tienen que hacer frente los promotores y promotoras en sus empresas y negocios para reanudar su actividad. Belarmino Fernández Fervienza explica que, si bien la convocatoria aún no ha sido publicada en Asturias, hay quienes necesariamente ya están asumiendo estos gastos para poder reactivar su labor empresarial o turística una vez que nuestra región ha alcanzado la Fase 2 de la desescalada. Dicho esto, el presidente pregunta si estos gastos podrían sufragarse con ayudas LEADER aún no habiendo sido publicada todavía la convocatoria. Peralta señala que se pueden asumir gastos de daños provocados por catástrofes naturales, pero al tratarse de una enfermedad, como es el caso que nos afecta, con daños económicos “muy serios” y “sin una fecha para determinar su final” deberían incluirse aunque no sean gastos de modernización, ni adecuación. De hecho, José Luis Peralta Pascua informa que, ante la gravedad de la crisis actual, algunos GAL sí lo están haciendo al margen de sus consejerías.

Ante una crisis de consecuencias imprevisibles, el Jefe del Servicio del ministerio es consciente de que muchos de los objetivos que ya no se podrán cumplir; y en este sentido hizo mención especial al empleo comprometido. En este caso, explicó que cuando no se pueda garantizar este requisito “es obvio que hay que estudiar y analizar cada situación de forma individual y aislada antes de tomar una decisión que implique la revocación de la ayuda”.

Flexibilización.

En alusión a las medidas de flexibilización, se han publicado dos Reglamentos (531/532) de la Comisión Europea, en los que se hace una mención especial a los controles administrativos de la PAC o bien las inspecciones físicas que puedan afectar a los GAL que, según explica José Luis Peralta Pascua, tendrán que ser sustituidas por otras medidas como “declaraciones responsables, pruebas documentales, foto imágenes, fotografías geoetiquetadas, etcétera”. Por tanto, habrá controles que sí se podrán delegar, como los administrativos, pero en ningún caso los que tenga que realizar la Autoridad de Pago, cuya inspección requiere obligatoriamente de su inspección sobre el terreno.

A renglón seguido, Peralta informa que actualmente hay una propuesta de modificar el Reglamento (UE) nº 1305/2013 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 17 de diciembre, relativo a la ayuda al desarrollo rural a través del Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural (FEADER) en cuanto a indemnizaciones por daños siendo 5.000 euros la ayuda que reciba el agricultor y 50.000 euros (como máximo) la cuantía económica dirigida a pymes de transformación de productos agrícolas, incluido el algodón. Según explica, es posible que estas ayudas se aprueben en el próximo Consejo Europeo de la Unión Europea.

Marco Temporal Comunitario.

A continuación, José Luis Peralta Pascua explica que, el 19 de marzo de 2020, la Comisión aprobó el Marco Temporal relativo a las medidas de ayuda estatal destinadas a respaldar la economía en el contexto del actual brote de COVID-19; lo que ha venido a denominarse el Marco Temporal Comunitario. Aprobado con carácter urgente, supone un marco especial para facilitar la concesión de medidas de apoyo temporales a empresas a través de distintos instrumentos (subvenciones directas, anticipos reembolsables o ventajas fiscales, garantías de préstamos, bonificación de los tipos de interés de préstamos y seguro de crédito a la exportación a corto plazo).

El marco temporal comunitario establece determinadas medidas que podrán ser consideradas compatibles con el mercado interior. No obstante, dichas medidas no se benefician de una compatibilidad automática, sino que tienen que ser notificadas a la Comisión Europea, que valorará su compatibilidad y, en su caso, autorizará la ayuda.

Marco Nacional temporal.

Tal como explica José Luis Peralta Pascua, en determinados supuestos, y atendiendo a las recomendaciones de la Comisión Europea, es posible la aprobación de un marco nacional temporal, que actúa como un “régimen paraguas” para contar con una base jurídica más sólida en la aplicación de medidas al amparo de la excepción del artículo 107.3.b) del TFUE, y para facilitar que las medidas de apoyo puedan ser aplicadas de forma más rápida por las distintas Administraciones Públicas. De esta forma, las ayudas que son otorgadas conforme a dicho “régimen paraguas” por las diferentes autoridades competentes se consideran conformes con la normativa comunitaria y no es necesario proceder a una notificación individual de dichas medidas a la Comisión Europea.

Se pueden beneficiar de estas medidas de ayuda recogidas en el marco nacional temporal “aquellas empresas o autónomos con domicilio social en España”. Se trataría por tanto “de empresas o autónomos que se enfrenten a una falta de liquidez u otros perjuicios significativos a raíz del brote COVID-19, o bien hayan visto afectados sus resultados económicos como consecuencia del estado de alarma decretado a raíz del coronavirus”. Finalmente, estas empresas o autónomos no debieron estar en crisis a fecha 31 de diciembre de 2019 a tenor de lo dispuesto en el Reglamento General de Exención por Categorías.

Para el jefe del Servicio Técnico de la Subdirección General de Programación y Coordinación de la Dirección General de Desarrollo Rural, Innovación y Política Forestal del Ministerio de Agricultura estas ayudas representan una “gran oportunidad porque no están sujetas a excesivos controles y se conceden con mayor facilidad que las ayudas cofinanciadas con fondos europeos”. Ahora bien, según indica Peralta, si se optase a alguna de estas ayudas (con una cuantía que podría alcanzar los 800.000 euros por beneficiario) habría que “modificar el Programa de Desarrollo Rural para incluir esta medida e iríamos muy ajustados de tiempo”. Por último, y para acabar con el apartado de normativa y reglamentos nacionales europeos, José Luis Peralta Pascua, indica que también están a disposición de empresarios, promotores y autónomos la Línea de Avales ICO “con mejores condiciones económicas que nuestros instrumentos financieros”.

Nueva Programación Comunitaria.

La segunda parte de la intervención de José Luis Peralta Pascua se dedica al Plan Estratégico Nacional de la Política Agrícola Común Post 2020 en el que, según explica, se ha venido trabajando desde el año 2018. Este documento conserva los elementos esenciales de la PAC actual; pero introduce un profundo cambio en la manera en el que se deben diseñar sus instrumentos. Así, y según el Jefe de Servicio del ministerio, la PAC pasa de ser una política basada en la descripción de los requisitos que deben cumplir los beneficiaros finales de las ayudas a una política orientada a la consecución de resultados concretos que se vinculan a tres objetivos: el fomento de un sector agrícola inteligente, resistente y diversificado que garantice la seguridad alimentaria; el cuidado del medio ambiente y la acción del clima, contribuyendo a alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales de la Unión Europea y, por último, el fortalecimiento del tejido socioeconómico de las zonas rurales. A renglón seguido, Peralta Pascual añade que estos tres objetivos generales se desglosan a su vez en nueve objetivos específicos basados en los tres pilares de la sostenibilidad y complementados con un objetivo transversal común de “modernizar el sector agrario a través del conocimiento, la innovación y la digitilización en las zonas rurales”. Dicho esto, Peralta Pascua explicó que antes de que se produjera la pandemia, el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Pesca tenía previsto publicar el Plan Estratégico Nacional y el Reglamento de Transición pero el virus COVID-19 ha frustrado todos los planes y ahora “estamos obligados a revisar todas las orientaciones, objetivos y medidas y adaptarse a las nuevas condiciones que impone el virus”. Esta crisis incluso retrasará el inicio de la nueva programación comunitaria que, según advierte, podría comenzar en el año 2023. De momento, el actual periodo comunitario “ya está prolongado un año más” con asignación presupuestaria del siguiente periodo 2021-2027. En definitiva, Peralta advierte a todos los GAL que nos estamos enfrentando a una transición muy compleja y desconocida. Por ello, y sin pecar de ser excesivamente pesimista, tal como reconoce el jefe de Servicio del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, termina su intervención en READER anunciando que “lo que nos queda por delante a partir de ahora no será fácil”.

Documentos.

Presentación

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Fondo Europeo Agrícola de Desarrollo Rural: Europa invierte en las zonas rurales