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Crónica de “un primer” 25 aniversario

Y por fin llegó el gran día de celebración de este 25 aniversario de la Red Asturiana de Desarrollo Rural (Reader), que tan especial resultó para todos y donde se pretendió reconocer el valor humano de este cuarto de siglo de trabajo. No solo por la parte más institucional, o por los equipos humanos que integran esta red, sino también por las personas que confiaron en el Leader y emprendieron en la zona rural, porque sin ellas no sería una realidad.

Una soleada mañana recibía a las más de 400 personas que se dieron cita en el Centro Niemeyer de Avilés el 26 de junio. Comenzaba así una intensa jornada donde las emociones, los reconocimientos, el lado humano, fueron protagonistas, más allá de los números, las cifras, esas partes que parece que hacen tangible y justificable el trabajo. Desde Reader quisimos ir a las historias humanas, reales, las que habitan esta ruralidad a la que amamos y que no queremos que se quede en el olvido. Porque si de algo se habló, es de futuro, de esperanza, de proyectos interesantes, innovadores, renovadores que salen adelante.

También de reivindicación, sí, de reivindicar el hecho de seguir siendo el mejor Leader de Europa, de seguir apoyando, acompañando, a todas esas personas que se acercan hasta nuestros Grupos de Desarrollo Rural, que se deciden por emprender y seguir habitando estos espacios.

Inauguración

Y así comenzaba la jornada conducida por la presentadora Inés Paz, con los discursos oficiales. En primer lugar la alcaldesa de Avilés, Mariví Monteserín Rodríguez, concejo anfitrión, quien felicitó por todo el trabajo desempeñado en estos años por el desarrollo rural, por hacerlas “zonas atractivas para invertir” y la defensa de esta postura por parte de Reader para revitalizar estos territorios.

El presidente de Reader, Belarmino Fernández Fervienza, recordaba en su alocución que el propio presidente del Principado, Adrián Barbón Rodríguez, fue en su día miembro de la junta directiva del GDR Alto Nalón. “Leader no son solo ayudas, sino mucho más: somos los mejores compañeros para emprender en los territorios rurales de Asturias”. Un total de cinco lustros de “apoyar y defender las políticas de abajo arriba” y destacó la importancia, en este desempeño, de “la complicidad de casi todos los distintos gobiernos del Principado, y también del Ministerio”. Concluyó su intervención con un “gracias por ser rurales”.

A continuación intervino la directora de sector Primario y Agroalimentación de Caja Rural de Asturias, Mónica Fernández Álvarez, que agradeció el hecho de que la entidad bancaria forme parte de “su gran familia” desde hace once años. Destacó la apuesta de futuro por su parte, aportando liquidez, el papel de Reader como interlocutor clave y la importancia “no solo de ser, sino de estar en el territorio”.

Para Rafael Llamas Salas, presidente de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), “la esencia de los grupos de desarrollo es el trabajo en red, no solo a nivel autonómico, sino nacional”, llevando a cabo “transformaciones sociales con mucho impacto: un 15% de la población ocupa el 85% de nuestro territorio, un elemento que poner encima de la mesa para ver también la responsabilidad que tenemos las personas que habitamos el mundo rural”.

Llamas Salas, presidente a su vez de la Asociación Andaluza de Desarrollo Rural (ARA), destacó que Asturias es “ejemplo para el conjunto de las redes autonómicas por su colaboración con el Gobierno del Principado”. Quiso poner también en valor “el gran trabajo que se hace desde los grupos, ya que pocos profesionales pueden decir que tienen 25 años de experiencia trabajando en lo que afecta al mundo rural”.

El presidente de REDR concluyó su intervención señalando que “el mundo rural necesita reconocimiento. Todas aquellas personas emprendedoras, o que vienen del urbano al rural, tienen que tener ese reconocimiento del conjunto de la sociedad, no solo social, sino también con el apoyo económico directo de las administraciones”.

Cerró la ronda de intervenciones el presidente del Principado, Adrián Barbón Rodríguez, que hizo hincapié en “los 25 años de compromiso a un amor, el amor a Asturias. 25 años atrás sonaba a un ideal, pero os empeñasteis en que no queríais quedaros atrás y en hacerlo desde el pueblo. La conexión ciudad-rural es básica porque no puede vivir sin éste”.

Barbón se refirió a los 316 millones de euros movilizados, los casi 7.000 proyectos por unos 600 millones en términos globales, creando más de 2.600 empleos y manteniendo 3.600 de este cuarto de siglo. “Pero no son solo los números, porque olvidamos la pequeña semilla”, remarcó, “hablamos de un proyecto de vida, de una familia que se queda o se asienta. Miles de historias que conocen los GDR, porque ahí está la energía”.

También hizo referencia a su paso por el Alto Nalón, señalando la importancia del municipalismo de gobierno, que aporta “un plus en la cercanía y en patear el territorio”.

Insistió que el lema de mejor Leader de Europa corresponde a la descripción de una realidad, la que habla de un 25% del FEADER dedicado al Leader en Asturias, y del incremento del ticket rural, medida pionera pilotada por la región, a los 50.000 euros y la creación del ticket de contratación para el nuevo periodo que arranca. Como reto de futuro señaló que “los desafíos de la Red no desaparecieron. Necesitamos una red fuerte, innovadora y con alma. Y, sobre todo, demostrar que el mundo rural es presente y futuro, un objetivo importante que nos tiene que unir y que va a inspirar un pacto rural liderado por nuestro consejero y que comenzará a andar este mismo año”.

Barbón quiso reconocer también los 25 años de trabajo de Paz Álvarez Rosal, técnica de Reader, desde su creación. Y añadió “valorar el origen es mirar al futuro. Sigamos construyendo el medio rural asturiano”.

En este punto Fernández Fervienza entregó un obsequio, diseño de Red Door Lab, al presidente asturiano en reconocimiento a todos los Gobiernos del Principado que “apoyaron el trabajo de la Red”.

Los 25 años de la Red Asturiana de Desarrollo Rural

Tras la parte institucional llegó la emocional, la de los recuerdos, el repaso a estos 25 años con la presentación del vídeo que recoge toda esta trayectoria, homenaje a todas aquellas personas que, de una u otra manera, formaron parte de esta gran familia. El ex gerente de Reader, Luis Miguel Rebustiello, tuvo también un recuerdo al primer gerente de la Red, Carlos Moreno Fernández, actualmente gerente de ADRI Comarca de la Sidra.

Rebustiello destacó que ésta es una red “con alma”, y aquí recordó las figuras de los alcaldes ya fallecidos Vicente Álvarez, Manolo Bedia o Asensio Martínez Cobián.

Y señaló “la importancia del camino del acuerdo”, recordando una experiencia que le marcó: “la respuesta increíble de los GDR en la crisis económica de 2008, cuando tenían que convencer a la desesperación de las personas que perdieron su trabajo, y que iban a emprender, de que sus proyectos fueran maduros”.

Apuntó a “los logros y algunas sombras”, con gobiernos “a los que convencer y muchos convencidos. Aquí cabemos todos o no cabe ni dios, como decía Víctor Manuel. Y con la espina clavada de contar con menos mujeres de las que queríamos y necesitamos”.

Y afirmó que “somos la mejor red de Europa sobre todo porque la fuerza de nuestros grupos, directivas y equipos técnicos, no hay nadie que la supere en el mundo rural”.

Por su parte, el actual gerente Juan Antonio Lázaro Menéndez, afirmó que “sí tenemos un buen Leader” y destacó el hecho de que los GDR son “puntos de encuentro donde prima el interés del territorio”. Para añadir, a continuación, que “somos buenos en la gestión, pero no solo por el presupuesto, sino por la variedad de líneas y la manera de funcionar: somos innovadores”. Y, sobre todo, por el “papel clave de los promotores, porque no tendría sentido si no se trasladase de abajo arriba”.

Al futuro le pidió que “se respete la visión estratégica de los Leader, que continúe el apoyo unánime y que nos dejen trabajar para seguir manteniendo el espíritu innovador”. Al trabajo desarrollado en estos 25 años se suma ahora el de reto demográfico con la gestión del Centro de Innovación Territorial (CIT), señaló.

En este punto Reader quiso tener un reconocimiento para “las personas que tiran por ello”, y con esta introducción se llamó al escenario al primer presidente de la Red, Francisco González Méndez, que “salía a ver lo que se hacía en otros territorios, y ahora vienen de otros territorios a ver qué hacemos aquí”, recordaba Rebustiello. “Y después llegó Mino (Belarmino Fernández Fervienza), otra forma de hacer, que odia el avión y que es capaz de ir a Bruselas en coche”. El presidente del Principado fue el encargado de hacer entrega de sendos galardones, en medio de la reivindicación de González Méndez: “vivir en el rural no es una circunstancia, es un derecho”.

A ellos se sumó un tercer reconocimiento para la persona que también cumple 25 años en su puesto de trabajo: la técnica de Reader Paz Álvarez Rosal. Este agradecimiento se quiso hacer extensivo “a todos los equipos técnicos, que sin ellos no somos nada”, así como a Santiago Alonso, director del desaparecido Instituto de Desarrollo Rural.

Somos rurales, somos leader

En una jornada como ésta era importante el reconocimiento público a aquellas personas que hacen posible este trabajo, y son las promotoras que deciden apostar por el medio rural para sus proyectos de emprendimiento y de vida. “Hay un trabajo diario para revertir tantos años de vaciar el medio rural. Son historias de éxito y también de fracaso la de las personas que emprenden, y son historias de vida porque esto es la vida”, introducía la presentadora Inés Paz.

Y así fueron subiendo al escenario las gerencias y las once personas promotoras seleccionadas, una por cada uno de los grupos, en representación de las miles de personas que pasaron por ellos.

Arrancó el turno de intervenciones ADICAP, con Los Pilares de Carreño, que “no es una empresa de alquiler de bicis cualquiera”, sino un modelo nuevo de negocio replicable, un proyecto innovador con bicicletas inclusivas, lo que supone una importante inversión. Contempla, además, el diseño de rutas específicas y ya se está expandiendo a Gijón. Un proyecto que “no tendría esta magnitud sin los fondos Leader”, explicó su promotor, José Manuel Muñiz Menéndez.

Por su parte, el gerente de ADICAP, Fernando Manuel García, señaló que son más de 30 años con otras iniciativas comunitarias, como el Leader I o el Proder. Un programa Leader que destacó como “ejemplo de éxito, la herramienta adecuada para abordar los retos del medio rural, construir tejido nuevo, diversificado; con la que los ayuntamientos generan servicios de mejora; con un impulso para la industria agroalimentaria”. Destacó también la representatividad territorial, así como el peso de los agentes sociales en la composición de sus juntas directivas.

En Alto Nalón el proyecto presentado fue la clínica Ecofisio Salud, liderada por Adrián Cisneros Fernández, quien afirma, tras su paso por el Deportivo Alavés, que “quería traerme todo aquello que un futbolista de primera división tiene a la zona rural”. Ubicado en Pola de Laviana, es el único centro de fisioterapia con una bomba diamagnética fuera de un entorno urbano: “el primer reto es que la gente de la zona rural se crea que puede tener servicios de primera calidad. Luego está el reto económico, porque es un proyecto ambicioso y que genera trabajo en la zona rural. El Leader es vital”.

Por su parte, la gerente María Jesús Alonso Blanco recordaba “con muchísima ilusión, ganas y cierto temor” aquellos inicios porque “todo era nuevo para todo el mundo. Era la primera vez que accedíamos a gestionar fondos europeos de una manera descentralizada y desde los pequeños territorios rurales. Era nueva la metodología de trabajo y era nuevo también sentar en una mesa con igualdad de voz a empresarios, alcaldes, concejales, representantes sindicales, solicitantes de ayudas. El 51% de los votos tiene que estar representado por el sector privado, algo muy nuevo. Y había que asumir una responsabilidad, la de que llegaran estos fondos, saber gestionarlos bien”.

Es a Cangas del Narcea donde Mirian González Rubio regresó para montar su agencia de viajes Directos desde Asturias. “Existe la sensación de que cuando hablamos de volver es algo negativo, y no: es empezar a crecer desde donde eres feliz. Volver a casa es relativamente fácil. Lo digital ayuda muchísimo y hay que saber utilizarlo, pero también tener algo físico donde la gente te pueda ir a ver, poner cara”. Y agradece el acompañamiento que Reader y el GDR Alto Narcea Muniellos suponen.

Porque el Leader también funciona en los territorios periféricos, señala su gerente, Belén Liste Menéndez: “tenemos experiencia con procesos participativos ya desde el siglo XIX con las sestaferias, las juntas vecinales, los concejos abiertos… Sabemos qué es que la gente participe. Es el mejor modelo de gobernanza y ponemos el foco en las personas, que deciden en función de sus necesidades y oportunidades. No vale el café para todo”. Y en la lista de lo conseguido está crear redes, tejer reuniones, crear comunidad, diseñar, construir una estrategia para las nuevas generaciones y que el medio rural siga vivo.

En el Bajo Nalón nos encontramos la quesería Rey Silo, que produce afueg’al pitu sin DOP con leche de vaca cruda, además de otros tipos de quesos elaborados con cuajada láctica. Uno de sus socios, Pascual Cabaño, explica que montar un proyecto como el suyo en un lugar como éste cuenta con las mismas ventajas que si fuera en cualquier otro sitio, aunque el problema “a veces es más financiero”. Y recuerda su nacimiento en plena crisis de 2008, con una fuerte inversión de 711.000 euros al abrir en 2010. La ayuda Leader llegaba al 50% sobre un tope de 250.000 euros, que se sumó a otras ayudas.

En este territorio ha conseguido prender con éxito la producción de kiwi, como recuerda Antonio Sánchez Galán, gerente del GDR. Entre 2007 y 2008 se convertía en una línea más de inversión como innovación en el medio rural. “El Principado tuvo la sensibilidad de considerarlo así y ahora tenemos estas plantaciones en las vegas que generan riqueza y empleo”.

En el territorio de Camín Real de la Mesa nos encontramos con la única destilería de whisky de Asturias y de las pocas que existen España. Lara Calderón Calderón y su pareja regresaron de Gran Bretaña en 2020, con el Brexit empujando. Define su proyecto como “innovador, artesanal y arriesgado”, y así se ubicaron en Premió (Las Regueras).

Por su parte, la gerente del grupo Beatriz López Álvarez quiso hacer dos recordatorios. Por un lado el hecho de que el Leader es un programa de ámbito territorial, por lo que “aunque parezca que todos hacemos lo mismo, no es así porque aplicamos en nuestro territorio. Tenemos una estrategia que diseñar y desarrollar en cada uno de los periodos de programación. Nuestra obligación es potenciar el territorio, las bondades que tiene”. Señala que hay veces que hay olas que “nos llevan”, como en su día el turismo rural. “Nos subimos a las olas que encajan en nuestro propio territorio”. Por eso señaló, en ese segundo recordatorio, que “me gustaría que los grupos volviésemos a ser lo que fuimos. Necesitamos volver a arriesgar porque a veces las olas hay que buscarlas y buscar nuevos vientos, aunque nos equivoquemos”.

En Comarca de la Sidra encontramos un proyecto que podría romper un poco con lo que se piensa que es el Leader. Se trata de una pequeña empresa, Alimentaria Coruñesa, dedicada a la venta ambulante por toda la geografía regional: “las ayudas Leader fueron un trampolín muy importante por el apoyo financiero que supuso, incluso para acometer nuevos proyectos dentro de la empresa”, relata uno de sus socios, Abelardo Buznego Costales.

Y así el gerente Carlos Moreno Fernández hacía hincapié en “la labor pedagógica” que se lleva a cabo en un grupo que gestiona también el fondo de pesca, “muy sectorial”. Un trabajo que pretende buscar alternativas de diversificación con las que se pueda simultanear la pesca con otra actividad en tierra, “o dejar la actividad originaria”.

De la costa pasamos a la Montaña Central. En este caso el proyecto presentado es tan innovador y artesanal como la elaboración de kombucha, bajo la marca Sede (sed en asturiano). “Somos unos apasionados de los fermentos”, explica una de sus promotoras, Rebeca Cerezo Menéndez. Ubicados en Bueño (Ribera de Arriba), elaboran con una fermentación lenta, artesanal “de verdad”, donde todo es hecho a mano, “hasta chapar la botella, llenar botellín a botellín o echar las semillas de la segunda fermentación. Es la primera kombucha que se hace íntegramente en Asturias”.

José Ramón Diéguez Roces, gerente de este grupo, cuenta por su lado la importancia del consenso, “muy rodado con muchos años con grupos de trabajo modélicos que funcionan muy bien”. Destacó la confianza “ciega” entre  presidentes y grupos de desarrollo. Reconoció que tomar decisiones estratégicas “no es fácil, y no es fácil denegar ayudas. El dinero que tenemos no nos llega para todas las iniciativas empresariales, que son muchas. Las decisiones estratégicas se toman en nuestras juntas directivas y asambleas generales. Son maravillosas, participan sin recibir nada a cambio y en ellas están asociaciones, sindicatos de todo tipo, ayuntamientos… y lo que es más importante es que la toma de decisiones viene de las entidades privadas, no de las entidades públicas. Eso es fundamental para el desarrollo rural”. Y concluyó su participación afirmando que “somos conscientes de que el futuro de Asturias pasa por el futuro del medio rural”.

Ana María Ochoa Naveiras hace 20 años que consiguió que su sueño llegara a buen puerto, el obrador ArtesAna, y por ello se confiesa “feliz y orgullosa de seguir trabajando en Grandas de Salime (perteneciente al CEDER Navia Porcía), en una plaza muy complicada, con pocos habitantes, aunque en el verano el Camino de Santiago nos ayuda bastante”. Reconoce que el año pasado estuvo a punto de tirar la toalla, pero ha conseguido contratar a una empleada, lo que le ha facilitado la vida.

En su participación, el gerente Germán Campal Fernández contó su experiencia al gestionar dos fondos, Leader y FEMPA, que en ocasiones es “complicado” ya que se complementan con la gestión de otros planes, como los de sostenibilidad turística, proyectos de cooperación al desarrollo en Latinoamérica… Los grupos, recordó, son “dinamizadores del territorio, no solo gestores de ayudas, con la tarea de acompañar a emprendedores en sus proyectos. Es el valor añadido que podemos dar en comparación con otros organismos que gestionan ayudas”. Y señaló que “la clave para poder hacer todo esto está en los equipos técnicos de los grupos, que no somos solo los y las gerentes: detrás hay medio centenar de personal técnico y administrativo que está súper implicado en su trabajo, que tiene mucha experiencia en desarrollo rural y que conoce muy bien al territorio y a las personas”.

En Asiegu, en el concejo de Cabrales, territorio del Oriente de Asturias, nos encontramos con el Llagar Pamirandi. Su promotor Manuel Niembro Fernández explica que se trata de un llagar de producción de sidra natural que “calificamos como de casería: en él reside el espíritu de la casería asturiana”. A ello se suma los años de experiencia con una herramienta cultural, ahora patrimonio inmaterial, donde se explica la cultura campesina asturiana. Una implicación que es también ejemplo de liderazgo comunitario: “el liderazgo es de Javier, mi hermano, con un papel muy importante para cohesionar una comunidad vecinal, rural, como la concentración parcelaria modélica de Asiegu, que no es solo una reforma agraria técnica”, y con realidades como la creación de la plaza intergeneracional de este pueblo cabraliego.

“Nosotros también somos una asociación”, explica el gerente Germán Romano Sobrino: “el 60% de nuestra asamblea son asociaciones o entidades privadas”. E incide en que “somos el único GDR que nuestro presidente no es un político, sino que viene de una cooperativa”. “Como Leader, tenemos que empezar de abajo arriba, y la población va con el movimiento asociativo”, concluye.

Y de un extremo de la región al otro: el CEDER Oscos Eo. Aquí Olga Busom Salafranca ha montado su proyecto de cestería contemporánea bajo la marca Hebra’s. “El Leader me ha ayudado a consolidar este proyecto en los Oscos y dedicarme a mis dos pasiones, la cestería y el arte”. Por un lado las cestas, por otro los ornamentales y esculturas en mimbre que conforman NumenArt, con el que ha desarrollado una ruta turística con intervenciones artísticas para poner en valor su paisaje y su paisanaje.

Y del arte a la funcionalidad de los servicios públicos que contribuyen a asentar población. En esta cuestión se centró Ana Rosa Fernández González, gerente del CEDER, que explicó cómo el Leader financia también a asociaciones y entidades locales. “Son miembros muy activos en la junta directiva y asamblea. Nuestro trabajo es muy sencillo porque tenemos una estrecha relación con todos los ayuntamientos”. Y una reivindicación: “si hay más fondos, hay más proyectos. Quedan muchos en la recámara. Lo que hacemos es apoyar y reforzar de alguna manera. Conseguimos llegar a más gente, estamos presentes prácticamente en todos los municipios”. Como ejemplos de proyectos subvencionables enumeró piscinas, polideportivos, centros de tercera edad, parques saludables, parques infantiles o maquinaria de limpieza entre otros.

El Leader apoya proyectos vinculados a la agricultura como la plantación de cerezos de Gabriel Rius Alférez (Kuma Cherries), en Allande (CEDER Valle del Ese Entrecabos). Originario de Barcelona llegado en 2010, se define como “un emigrado que ya no volvería a la ciudad”. Así que se buscó un futuro para poder vivir aquí, y así emprendió con un negocio basado en la agricultura y la cereza en esta zona del suroccidente “climáticamente hablando muy particular dentro de Asturias, que ofrece nuevas oportunidades de cultivo que años atrás no se podían hacer. A menos de 100 kilómetros de El Bierzo en línea recta, donde se cultiva la cereza. Somos los primeros en dar este salto en Asturias para instalar este cultivo”.

“El futuro está asegurado”. Quien lo afirma es el gerente Eloy Rodríguez Arrizabalaga: “tenemos unos políticos que apuestan por los Leader, los fondos de pesca y los GDR. Tenemos la financiación (67 millones para Leader y 7 para FEMPA en este periodo); otra serie de programas y el apoyo de Caja Rural. Contamos con once equipos técnicos súper preparados y amplio bagaje, más la Red Asturiana desde Oviedo. Pero lo fundamental es que tenemos en el territorio cientos y cientos de promotores y promotoras que dan sentido a esta actividad. Aquí tenemos estos once ejemplos. Contamos con todos los ingredientes buenos”, finalizó.

Conversaciones con alma rural

Tras la pausa café se retomó el discurrir de la jornada con la conversación con alma rural protagoniza por el artista Rodrigo Cuevas, la socióloga y productora agroecológica María Montesino, y la poetisa Vita López. A lo largo de una hora se debatieron temas en torno a la cultura, la comunidad, el orgullo de ser rural, la vivienda o la gentrificación, además de la necesidad de cambiar el discurso, en un encuentro conducido por la técnica de Reader Elena Plaza Díaz.

Como presentación, Cuevas señaló haber superado esta parte de agitador folclórico, “una etiqueta que me puse hace unos años con la que pretendía remover algunas conciencias para que las cosas no se posen, que el poso obstruye los conductos”, ironizó. Por su parte López afirmó reivindicar el poder femenino, y su necesidad de hacer todo aquello que la divierte pero que, a la vez, le supone un reto consigo misma. Mientras que María, con esa dualidad entre el mundo académico y el rural, afirmó que “en espacios culturales soy la que tiene vacas y cuando estoy entre ganaderos soy la lista”.

Los tres reconocieron elegir libremente vivir en un pueblo a pesar de los orígenes urbanos en el caso de Cuevas de Oviedo y de Montesino de Santander, a la vez que recordaban atesorar un legado rural familiar anterior.

Se habló de la comunidad, de la disparidad de objetivos con la que llegan los nuevos habitantes (“cada vez es más normal que los pueblos sean urbanizaciones con gallinas”, señaló la cántabra), pero también los naturales que son reacios a este sentimiento de comunidad, que “preferirían poner un cierre y pegar un tiro a cada uno que pasara por delante”. Los tres coincidieron en la necesidad de fomentar el valor del trabajo en comunidad, en recuperar “el músculo democrático. Creo que eso se ha quedado en lo lejos y no es lo mismo cuando tú estás habitando con el cuerpo, que las cosas te afectan de otra manera, que es lo que pasa por habitar en los espacios pequeños”, refirió la socióloga. En este punto Vita López señaló que “la gente envejece y se aburre, y no tiene fuerzas para hacer todo aquello que hacía antes” en relación a ese papel de lucha.

El cantante hizo hincapié en que hay personas en las ciudades “muy concienciadas con el asociacionismo. Una cosa buena es copiar lo bueno que hacen los demás, todo el rato. Hay que copiar, si es que no hay que inventar nada”. Y también apuntó a que “los vínculos que se crean en el mundo rural son mucho más responsables y conscientes. Ese anonimato en la ciudad te hace perder esa responsabilidad afectiva”.

“Mi tesis va, precisamente, sobre cómo poner el conocimiento campesino a la misma altura que el conocimiento científico, académico, no como realidades que se chocan, sino que se ayudan”, afirma María Montesino. “Dejar de mirar a los pueblos desde la academia con esta visión extractivista de cojo y hago un paper que en qué beneficia a esas personas”. Y señaló la necesidad de procesos de abajo arriba no jerarquizados”. La investigadora apuntó a que “históricamente lo que ha pasado es una herida grande, de cómo la gente se tuvo que ir. Eso tiene que ver con una política del deseo, del a ti qué te mueve, muchas veces en conflicto, en resistencia, pero también muy poderosa de convivencia con otras especies en un entorno natural, de soberanía alimentaria… O se muestra eso desde el deseo, que la gente desee eso, o si no estamos luchando contra un monstruo mucho más grande que está generando sus propias estructuras, grandes multinacionales, tener una mansión, un coche gigante”.

En este sentido Vita López reconoció su propia realidad vivencial, y es que “yo impulsé a mis niñas a salir, a tener una formación. Yo quería que ellas vivieran otra cosa diferente a la que yo viví. Las condiciones en las que nosotros vivíamos no daban para que se quedaran”. Por eso Rodrigo Cuevas incide en que “en La Benéfica una de las cosas que pensamos es que tenemos que ejercer de agente ilusionante. Dentro de estas políticas del deseo se trata de intentar que la gente se crea que no se pierde nada por vivir o nacer donde nació. Cuando eres joven no quieres perderte nada, quieres tener una vida interesante. Y lo que queremos desde La Bene es que sientan que la gente puede ser más interesante en Piloña que en Madrid. Pero el bombardeo del otro lado es muy duro. Lo que intentamos desde La Benéfica es no convertirnos en un agente gentrificador, en una atracción de una idealización del mundo rural que no es la que va a transformar porque necesitamos gente que venga a vivir de la tierra también, gestionar el territorio, con ideas muy transformadoras. Y no somos a veces capaces ni de generar esas inquietudes a la juventud”.

De ahí la importancia de poner en valor los territorios, señala Vita López: “los que cuidan el medio rural son los que viven en él, lo llevan cuidando muchísimos años porque era su manera de comer”. En el caso de María Montesino, procedente del valle de Campóo, explica que “es ya muy castellano, muy despoblado”. No es ajeno al problema de la vivienda, con mucha segunda residencia, y al que define también como “zona de sacrificio”, con los megapolígonos de molinos donde está el ganado en extensivo. “Esa gentrificación y las políticas de respuesta a la despoblación nos traen todos estos megaproyectos que son absolutamente extractivistas y abrumadores”, declara: “Explotan el territorio y no permiten la convivencia con esas formas tradicionales de mantener las montañas. Reivindicar estas formas campesinas frente a esas políticas que no hacen más que gentrificar y que vengan grandes compañías a dejarnos sin recursos, sin agua, sin tierras comunales… Frente a esa romantización ocurren estas cosas, o como la hipertecnologización con las vacas con GPS”.

Desde el punto de vista del cantante asturiano, se precisan “políticas radicales de que vayan a la raíz del problema. Se toma todo como que no va a pasar nada, como un miedo a enfrentarse a los problemas desde la raíz y luego te caen encima porque sí pasa: no existe vivienda en alquiler, solo para compra”. A esto añade el hecho de casas arregladas pero vacías porque se convierten en vivienda vacacional, “pero no para que un profesor de instituto pueda vivir y establecerse”. Reclama mayor implicación desde los gobiernos y critica los proyectos extractivistas de macroempresas extranjeras, “poderosísimas, que si encuentran el mineral que necesitan, lo van a explotar, y no va a haber forma de pararlo. Nosotros podemos asociarnos pero necesitamos el compromiso de los agentes para preservar”, añade.

También se habló sobre cultura, como concepto general pero también desde lo concreto. “La cultura viene cuando las necesidades materiales se nos olvidan. Cuando nos ponemos muy idealistas. La economía es muy importante pero la cultura es tanto o más porque es la que nos permite tener ese entusiasmo de estar en sociedad, en colectivo y en comunidad”. La que habla es Montesino, que reivindica “la celebración, los espacios de socialización en un ambiente festivo. Tenemos una celebración como La Benéfica de espectáculo, redefiniendo la tradición, que me parece brutal; y tenemos las personas que nunca estarían con un micro aquí, pero que son un montón de señoras mayores que todos conocemos del tejido asociativo del mundo rural que son portadoras de cultura”. Es la reivindicación de la cultura popular como elemento de transformación, que es “muy importante y complementaria del escenario”.

Un comentario aplaudido por la poetisa procedente del concejo de Villayón, Vita López, que habló del saber de nuestras abuelas, madres: “me tiene alucinada”.

Rodrigo Cuevas apuntó también que la cultura “nos sirve para establecer vínculos con las cosas que no son personas, que ni sienten ni se expresan”, y puso como ejemplo la casa de sus abuelos de Rodiezmo “por todos los acontecimientos culturales que yo viví en esa casa, que si no sería unas piedras amontonadas. Y lo mismo nos pasa con el territorio, tenemos un vínculo con el que nos rodea porque hay una relación cultural estrecha, hay una microtoponimia que lo define, unos muros que fueron levantados por alguien con quien tienes un vínculo, porque paseaste por las caleyas y tienes una memoria cultural de lo que significan esas caleyas, porque jugaste al escondite…”. El cantante definió a la cultura como “la argamasa que nos mantiene conectada a todo eso, y cuando no la tienes, no nos importa destrozarlo. Hay mucha gente que odia el lugar donde vive, que gestiona el patrimonio, que no le importa arrasar con todo porque lo que quiere es sacar dinero. La diferencia entre unos y otros es la cultura: el vínculo cultural, emocional con su territorio. Y cuando pierdes ese vínculo emocional…”.

También se habló de lo que se mueve en las periferias, re-ubicándose en el mapa, como relata María Montesino: “Esos pequeños lugares a los que la gente se va moviendo, donde hay personas con proyectos chulos que tienen en cuenta a los que vivimos en el lugar, y gente que va consumiéndolo rápido, como el fast food… y se hace una foto. Estamos en un mundo muy polarizado. Los colectivos que venimos trabajando en descentralizar nos pasa que se dice bah, eso no es cultura, eso es gente que hace cosas allí. Cultura es una palabra que te acerca y te aleja, y me parece interesante reflexionar sobre eso”.

Aquí entra también en escena los grados de ruralidades ante los que nos encontramos, porque el medio rural no es una planicie donde existe una única realidad común. Vita López se muestra consciente de que “hay pueblos que se van a morir. Pero también pediría a la gente joven un poco más de compromiso, a los que vivimos en el pueblo, porque creo que son un poco pasotas. Tienen de todo. Pero hay que luchar por tener las cosas que nos gustan o que favorecen al pueblo, porque no hay relevo”.  Y aquí entra en juego también el asociacionismo.

Estos últimos conceptos surgieron en la conversación no tanto de forma aislada, sino interconectada. La referencia a los dos años de la pandemia, 2020 y 2021. Recuerda Cuevas que en su círculo, “como estábamos todos en el pueblo, hubo una cantidad de actividades organizadas y hubo un revulsivo dentro de las asociaciones. Pero cuando pasó, hubo como un bluff”. Apunta que en la actualidad, frente a otras épocas, “el mapa se nos amplió mucho más, viajamos mucho más, y la oferta cultural no es la de tu entorno, sino la de España. Y la gente no tiene tiempo para nada porque tenemos tantas cosas… y creo que eso está haciendo mucho daño al asociacionismo y al relevo, que no tenemos tiempo muerto. Hay que hacer menos cosas”. Y de ahí también esa cultura del productivismo.

Vita López observa que “hace años en Villayón no había nada de estos temas. La asociación ahora no tiene tanto interés, pero el Ayuntamiento organiza actividades a las que van hombres (que antes no iban) y mujeres. Pero falta compromiso de los jóvenes”. En el caso del valle cántabro de Montesino, las asociaciones más dinámicas son las de mujeres, “que son las más punkies. Y luego la chavalería se articula mucho pero en peñas de fiestas”. A esto apunta Cuevas que también se aprende mucho organizando una peña: facturas, montar una asociación, trabajar en equipo sin cobrar por sacar algo adelante…, “eso reconforta un montón y aprendes mucho”.

Y en ese participar del común está la potencia de la celebración, que es “superior”, subraya la socióloga. “Pensar está genial, hacer está genial, pero celebrar también está genial. Con el hiperproductivismo se nos olvida celebrar, y ¿cuándo celebramos el no hacer nada, el comensalismo?”, dejó la reflexión en el aire. Vita López recordaba que cuando comenzó la asociación de mujeres en la que participaba “estaba mal visto. El cura decía os advierto que están creando una asociación de mujeres. Y luego los cursillos tenían que ser productivos, por ejemplo a un cursillo de autoestima no iba nadie”. A lo que Cuevas replicaba “quién quiere tener una autoestima en casa, queda fatal” y la poetisa concluía “claro, queda mejor sometida”.

Como cierre de esta parte de la jornada se habló de esa necesidad de cambiar el discurso respecto a moverse al medio rural. Rodrigo Cuevas recordaba sus inicios en este cambio de vida, algo que ve como “bastante bucólico y maravilloso vivir en el pueblo, sigo diciéndolo. Yo me fui a vivir al pueblo con 23 años y tenía un rebaño de ovejas y cabras, trabajaba en una panadería hasta que me empezó a ir bien en la música. Yo no la cambio por la ciudad, tiene sus problemas, sus dificultades, como todas partes. Yo no cambio el poder ir a casa de un vecino sin haberle avisado para tomar un café, tener una conversación y una baraja de cartas. La gestión en un pueblo es mucho mayor, como ejemplo La Benéfica para movilizar a gente de tantas edades diferentes. Creo que tengo mucha más capacidad de transformar y gestionar desde el pueblo”.

En el caso de Vita López, asegura vivir “maravillosamente. Los dos estamos jubilados, tengo un pequeño huerto, un jardín enorme y tengo los nietos ahora todo el verano. Estoy bien”, sonríe. A lo que María Montesino apostilló que “yo estoy muy bien también. No lo cambiaría. Y cuando es donde tú quieres estar, es donde está tu casa. Mi pareja es la que es ganadero de toda la vida. Veinte años después no lo cambio. Lo bonito también es donde tú pongas lo bonito. Es una manera de estar en el mundo desde lo pequeño”. Y con estas reflexiones se dio paso a la siguiente sección de agradecimientos.

Reconocimientos

La Red Asturiana de Desarrollo Rural quiso tener un reconocimiento extensivo a todas aquellas personas y entidades que han formado parte de su identidad. Así se hizo entrega de un detalle conmemorativo a las once personas que ostentan la presidencia de los Grupos de Desarrollo Rural; a la Consejería de Medio Rural y Política Agraria; a los sindicatos agrarios que forman parte de su junta directiva, junto con FADE y la Federación de Cofradías de Pescadores de Asturias. También subió al escenario Caja Rural de Asturias; la Red Española de Desarrollo Rural, de la que la asturiana forma parte; y la Junta General del Principado de Asturias, en representación de los partidos políticos con presencia en esta institución, todos ellos miembros de la junta directiva de Reader.

Clausura

Y tras los agradecimientos y los recuerdos, se puso punto final a esta jornada dedicada al 25 aniversario. La primera en intervenir fue la subdirectora de Dinamización de Medio Rural del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carolina Gutiérrez Ansotegui. En su discurso insistió en el apoyo del MAPA al programa Leader, en el que afirmó que “creemos”.

“Qué día más bonito. No lo imaginaba así, aunque sé que la Red Asturiana se lo trabaja mucho”, apuntó. Gutiérrez Ansotegui señaló la similitud con unas bodas de plata: “el compromiso con un proyecto, aquí el medio rural y sus habitantes; el amor por el medio rural, sois los protagonistas y está quedando clarísimo, hay un componente sentimental; el haber superado dificultades, no todo es sencillo, pero se ha llegado hasta aquí con mucho éxito; el orgullo por ese compromiso y esa superación, por el territorio y conservar el medio rural”.

La subdirectora general no dejó pasar la ocasión para citar a la Comisión Europea, presente también en la persona de Elvira Bakker, responsable del Leader para España, Portugal e Irlanda. “Gracias a ese convencimiento, Leader es una realidad”, apuntilló, sin olvidar al Ministerio como cofinanciadores, además de la propia CE.

“Deberíamos citar, recordar, el papel crucial de los medios de comunicación. Qué importante que se sepa qué es Leader y qué es lo que hacéis, qué hace el Leader por el medio rural”, añadió en referencia a esa labor de divulgación tan importante.

Felicitó por “sus primeros 25 años; es obvio que todos sabemos que va a haber muchísimos años más de la Red. Felicidades y muchas gracias”, concluyó.

Marcelino Marcos Líndez, consejero de Medio Rural y Política Agraria, tomó a continuación la palabra para señalar “el honor y la satisfacción de acompañaros. Son 25 años que no solo merecen ser celebrados, sino reconocidos como claro compromiso colectivo, esfuerzo compartido y transformación silenciosa y profunda”. Agradeció al Gobierno de Asturias y a todas las personas y entidades implicadas el apoyo en estos 25 años, “a riesgo  de ser reiterativo”.

“El medio rural es un territorio de futuro. Los números pueden ser datos fríos, pero son reflejo de que estamos en perfecto estado de revista, con el fomento de diversificar el emprendimiento y fijar población en nuestras zonas rurales”, afirmó. En este sentido señaló la importancia de los recursos destinados a esta orientación, junto con “la capacidad de adaptación, de ser innovadores, de aprovechar las potencialidades del medio rural. Cada comarca, grupo tiene una singularidad”. Terminó su alocución con “la certeza de que lo mejor está por venir”.

Concluía así el acto central de este año conmemorativo que aún reserva programa por delante. El colofón lo ponía la Banda de Gaites Esbardu de Avilés, que ponía en pie al público asistente en el Auditorio del Centro Niemeyer al compás del Himno de Asturias.

Galería de fotos de la jornada aquí (por David Aguilar Sánchez).

Los vídeos de la jornada en nuestro canal de Youtube.

Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural

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