Pola de Somiedo (Asturias) acogió las primeras jornadas de la Red de Centros de Innovación Territorial, organizadas por la Secretaría General para el Reto Demográfico, del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico. Un primer encuentro entre entidades públicas y privadas en las que se puso en común las diferentes estrategias hacia las que apuntan los territorios para combatir el despoblamiento acordes al nuevo paradigma ante el que nos encontramos.
Un paradigma que pasa por establecer unas nuevas reglas del juego que suponen el paso de la economía de la aglomeración, que supuso la concentración en los núcleos urbanos, y que ahora pasa por una redistribución, como también quedó patente con la pandemia.
Que los territorios rurales son lugares de oportunidades es algo en lo que todas las personas asistentes ya estaban de acuerdo, lo que falta es darle esas herramientas necesarias, que pasan también por tejer red entre las distintas comunidades y que abre las puertas a establecer colaboraciones público-privadas para remar en una misma dirección y crear redes que sirvan a propios y ajenos.
A lo largo del jueves 9 y viernes 10 de febrero cerca de 70 personas llegadas desde distintas partes de España tomaron parte de este encuentro en cuya organización colaboró la Red Asturiana de Desarrollo Rural (READER), la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial y el Ayuntamiento de Somiedo.
Las bases
El primero en intervenir fue el secretario general para el Reto Demográfico del Ministerio para la Transición Ecológica y el Gobierno de España, Paco Boya Alós, quien manifestó una “enorme satisfacción” ante el hecho de que “nos hayamos juntado aquí de diferentes partes del país” para embarcarse “en una aventura para mí absolutamente apasionante”.
Tras agradecer la acogida y la hospitalidad de Somiedo, además del Gobierno del Principado a través del Comisionado para el Reto Demográfico y la Consejería de Medio Rural y Cohesión Territorial, y de los Grupos de Acción Local (GAL), Boya confesó esperar “mucho de estas jornadas porque hoy estamos fraguando, de alguna manera, un nuevo modelo de desarrollo territorial que quiere romper con una inercia de muchos años de abandono, de olvido y falta de acción en unos territorios que han quedado marginados de todo lo que tiene que ver con el desarrollo y el dinamismo económico y el acceso a los servicios”. Espera, asimismo, que “lo que venga después sea un cambio de paradigma en este país y que demostremos que somos capaces de cambiar una realidad que parecía que nos condena al olvido y al ostracismo”.
Por su parte, el Comisionado para el Reto Demográfico del Gobierno del Principado de Asturias, Jaime Izquierdo Vallina, calificó el encuentro de “un paso adelante con la ruralidad”. En su opinión, nos encontramos ante “un punto de inflexión importante. Hace 30 años empezamos a pensar que el rural no era solo la producción de agricultura, sino un territorio muy complejo donde podían ocurrir muchas cosas”. Cosas que sucedían “vinculadas entonces a la diversificación, mientras que la palabra clave ahora es innovación, con la creación de un sistema económico propio”. Sin olvidar en su intervención que “muchos conceptos actuales ya ocurrían en la aldea hace tiempo, como la economía circular”.
Cerró las intervenciones de la inauguración el alcalde de Somiedo y presidente de la Red Asturiana de Desarrollo Rural, Belarmino Fernández Fervienza, que hizo un repaso por aquellas primeras Escuelas-Taller creadas en los años 90 y el nacimiento de los Grupos de Desarrollo Rural, que “supusieron un gran cambio para diversificar la actividad económica”, y señaló que “cuanto más diversifiquemos la economía, más asentaremos la población y más fuertes seremos económicamente”. Fernández Fervienza calificó los CIT como “un gran cambio”, al que Asturias también se suma “dando un gran paso” y reivindicó “la esencia de los Grupos de Desarrollo Rural” como contribución a este nuevo horizonte.
La Red de Centros de Innovación Territorial
El secretario general para el Reto Demográfico tomó de nuevo la palabra para protagonizar la conferencia ‘La Red de Centros de Innovación Territorial’, exposición en la que explicó el contexto actual en un mundo cambiante, con una plena revolución digital, un tren al que el mundo rural se tiene que “subir sí o sí”. En un desafío en el que hay que revisar las bases del sistema socioeconómico institucional. Para ello reclamó llevar a cabo un visión distinta y con nuevas herramientas.
Boya Alós hizo referencia al paso de “una economía de la aglomeración de los años 90, donde las urbes son agujeros negros que lo absorben todo, frente al reto de cambiar hacia una economía distribuida que sea capaz de generar en el territorio oportunidades y, sobre todo, aprovechar las oportunidades del territorio”.
Otro de los grandes retos, también de la UE, sobre el que volvió la mirada es el de la cohesión territorial, de cómo se debe generar esa cohesión.
“Esto no lo puede hacer ni el Estado en solitario, ni los alcaldes por su cuenta. Y seguramente tampoco las comunidades autónomas de manera individual, lo que requiere una visión de Estado, transversal, multinivel, que rompa las visiones estancas y sectoriales”. La transversalidad, insistió el secretario general, necesita de esas “palancas” que suponen los Centros de Innovación Territorial (CIT).
Una innovación que “no es solo tecnología” y que precisa de la suma de todas y todos para abordar el problema de las oportunidades, generando nuevas dinámicas y diversificar la actividad. Con todo este proceso “se pretende conseguir la inteligencia territorial: con la gente del territorio construir soluciones inteligentes a problemas que a veces son muy antiguos. Poner esa inteligencia al servicio de los ciudadanos”. Porque, señaló, “las soluciones tomadas lejos del territorio pueden ser efectistas, pero tienen un impacto temporal, como hemos visto con la deslocalización”.
El secretario general hizo referencia a la conectividad digital, lo que supone también oportunidades laborales y que da lugar a nuevos modelos verdaderamente innovadores, aprovechando el capital humano existente.
Los CIT buscan sumar efectivos, ampliarse a todas las provincias, trabajando con aquellas entidades que tienen un mayor conocimiento del territorio. No dejan de ser “nodos de colaboración entre el ámbito público y privado, aunque el marco normativo no lo pone fácil”, lo que no será obstáculo.
En este sentido se ha realizado una guía para implementar los CIT, elaborados por BIKOnsulting, que se presentó en estas jornadas, y destacó la importancia de no perder de vista la red “para no encerrarnos en nosotros mismos. Se trata de lo contrario, de trabajar en conjunto con herramientas que puedan ser utilizados por todos”. Los CIT permitirán “nuevas formas de intervención en el territorio cambiando el paradigma: los territorios tienen que colaborar entre sí, y establecer redes con lo urbano” con el objetivo de que sean el marco de trabajo de esta red colaborando con todos los actores posibles.
Y en este aspecto son fundamentales los Grupos de Acción Local, grandes conocedores de los territorios que deben estar presentes en este proceso. “Empezamos a tener también una caja de herramientas” para que los territorios puedan ponerse en marcha y que contempla una financiación específica y un catálogo de proyectos que se pretende que, al menos en parte, sean replicables.
Se trata, como ha repetido a lo largo de todo su discurso, de la suma de entidades, de saberes, de conocimientos, entre los que citó a la Fundación CTIC, centrada en la innovación enfocada al medio rural, junto a otras entidades como la UNED o el propio Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC).
Un pilar importante en todo esto es la incorporación de los jóvenes para retener el talento: darles oportunidades para que se queden y que conjugan también con los CIT.
Boya Alós insistió en la importancia de sumar “codo con codo” con el objeto de afrontar los problemas con la voluntad de crear soluciones a nuestra propia medida, escalable y replicable. El fin no deja de ser “devolver a nuestros pueblos la esperanza”.
La construcción de ecosistemas innovadores en el medio rural
La mesa redonda estuvo participada por el Comisionado Jaime Izquierdo, el director general de la Fundación CTIC, Pablo Priesca, y el director general de Medio Natural y Planificación Rural del Principado, David Villar.
En su exposición Izquierdo resaltó las oportunidades que se le presentan al medio rural gracias al conocimiento que atesora y los efectos de la industrialización en el campesinado, llevándose mano de obra.
Tirando de teorías, el Comisionado recordó los seis capitales del territorio rural que, si falla uno, “la rueda no gira”: la demografía, las infraestructuras, la comunidad organizada, la cultura, los recursos naturales y la financiación; mientras que existen cinco tipos de innovación: la retroprogresiva (rescatar tecnologías del pasado y llevarlas hacia adelante), la tecnológica, cultural, comunitaria y eco-social.
Como ejemplo de trabajo en red Izquierdo señaló a los Grupos de Desarrollo Rural, que ejecutarían el diseño de las líneas de intervención que diseñe el Centro de Innovación Territorial. De ahí la conexión que se establece entre READER y sus grupos y la Fundación CTIC.
Justamente el director general de esta fundación, Pablo Priesca, fue el siguiente en tomar la palabra, que destacó que el medio rural siempre funcionó como ecosistemas, un modelo que se distorsiona con la revolución industrial. Siendo “realistas”, recuperarlo lo considera un poco complicado por la “sobrerregulación”, un concepto que se contrapone a “innovación”.
Priesca recordó el concepto de qué es innovación según la Fundación COTEC: “la innovación es un cambio no solo tecnológico; basado en el conocimiento no solo científico; que aporta valor no solo económico”. También advirtió del riesgo sobre los “egosistemas de innovación, donde alguien decide quién está dentro y quién fuera”. En un ecosistema debe existir “diversidad, apertura, diálogo y mente abierta, multiculturalidad, aceptación de la diferencia, con lo que tienden a la entropía que les permita evolucionar. Ahí es donde se producen relaciones improbables y de ellas surge la innovación, es difícil que surja entre personas que piensan de la misma forma”, explicó.
Y en esta línea se trabaja desde CTIC Rural Tech, un centro de inteligencia territorial y desarrollo de tecnologías para el medio rural, ubicada en la aldea de Peón (Villaviciosa) integrado en la aldea.
Priesca matizó la importancia de que “el territorio es el proyecto” y no un sumatorio de proyectos sin ninguna estrategia. Y también la importancia de la diversificación en el territorio y la existencia de una comunidad vecinal activa, que tire por el territorio, a los que se suman todos los demás agentes, que sirven de “pegamento” para hacer que funcione el proyecto. Y ésta es la línea de trabajo del CIT en Asturias: “No creemos estructuras nuevas, aprovechemos las ya creadas. Aquí el Gobierno regional se está planteando esa unión entre CTIC y READER en un modelo público-privado”. La misión es “unir esfuerzos de distintos agentes para diseñar proyectos de alto impacto territorial en áreas temáticas de interés estratégico, que son cuatro: los sistemas agroecológicos, los sistemas energéticos locales, la red de pequeñas empresas locales y la comunidad vecinal”, dirección en la que caminará el CIT en Asturias.
Por su parte, el director general David Villar apuntó el papel del Gobierno en estos ecosistemas innovadores. Señaló que las personas que habitan el rural tienen el concepto “de que no innovan, y lo llevan haciendo toda la vida”, así como que ya existen estructuras que facilitan esa innovación. “Lo que tenemos que hacer las administraciones es no estorbar, ejercer de palanca para que lleguen recursos, dejar espacio”, añadió.
También apuntó a la necesidad de que la innovación esté vinculada a lo que ya hay al territorio, “los recursos que no se van a poder deslocalizar” y de mantener la identidad de los territorios. Para Villar, “los proyectos que no tienen en cuenta a las personas que viven en el territorio están condenados al fracaso”.
Para Priesca hay dos puntos clave: que los CIT se tienen que adaptar a las realidades de cada territorio, y que el éxito de cada Centro será si responde o no a una estrategia específica que corresponde al territorio en el que está ubicado, de ahí la necesidad de una visión de territorio y el establecimiento y ejecución de una estrategia alineada con estas necesidades. Aquí coincidieron Villar e Izquierdo, quien afirmó que “no hay territorio sin futuro, sino territorio sin proyecto”.
La sesión matutina también sirvió para conocer algunas experiencias de innovación territorial por parte de las diputaciones de Cáceres, Huelva y Jaén, así como la experiencia en el desarrollo de los Centros de Innovación Territorial de la Diputación Provincial de Teruel y del Consejo General del Valle de Arán (Lleida).
La jornada se completó con una dinámica dinamizada por Iván del Caz y Emma Ortiz, de BIKOnsulting, encargada de la elaboración de una guía para la implementación de un Centro de Innovación Territorial.
Sesión del viernes
El presidente de la Red Española de Desarrollo Rural (REDR), Secundino Caso Roiz, abrió la jornada del viernes destacando la importancia de que todo el mundo “esté alineado” para trabajar por una misma meta, como es la despoblación. También destacó la importancia de gestionar lo que Europa llama “la geografía del descontento”. Y esto se puede hacer contando con los territorios y sus habitantes, o como hasta ahora, “con una visión paternalista del mundo rural, de subvencionar por los agravios sin hacerlos partícipe”. Y destacó la importancia de comportarnos como eslabones de una cadena engrasada y que estas nuevas estructuras estén incardinadas en el territorio, y puso como ejemplo la situación de Asturias, “la champion donde están absolutamente alineados”.
A continuación intervino el presidente de la Diputación Provincial de León, Eduardo Morán, que alabó el trabajo que se está llevando a cabo en Asturias gracias a ese alineamiento ya mencionado. Morán explicó la marca puesta en marcha el año pasado, ‘León sostenible’, que trabaja en todas las áreas que tiene la Diputación Provincial para revitalizar la economía de la población rural y parar la marcha de talento.
En cuanto al CIT leonés, se ubicará en un principio en la comarca de El Bierzo, con distintas localizaciones en toda la provincia, para trabajar en los ámbitos de la digitalización, la igualdad de género, la cohesión territorial que se ven beneficiados a la hora de poner en marcha por este nuevo paraguas que se habilita. Puso como ejemplo el programa para la alfabetización de personas adultas Redprendiendo, llevado a cabo por la UNED-Ponferrada, o León repuebla, una base de datos de personas que quieren ir a vivir a los pueblos leoneses. Sin olvidar el cierre de las oficinas bancarias, que ahora trabaja con Correos para que los carteros hagan esta función, un proyecto que la empresa postal presentó en la sede de READER a nivel nacional. Los ayuntamientos también están trabajando con las entidades bancarias para facilitar la permanencia de las oficinas, con una aportación económica.
A ello sumó la creación de una Escuela de Emprendimiento y un matchfunding para que el capital privado pueda apoyar las iniciativas que salgan de aquí, que confía que el paraguas del CIT ayude en estas líneas de actuación.
El secretario general para el Reto Demográfico, Paco Boya Alós, presentó la siguiente mesa “de complicidad”, en la que participaron Elisabet Viladomiú, directora de Riesgos del Institut Cerdá; Jorge Vega, director tecnológico de INTECCA – UNED Ponferrada; José Antonio González, de la Fundación CTIC; Jorge Barrero, director general de la Fundación COTEC; y Aurelio García, de ESNEPI.
“No solo se trata de contar con las pequeñas empresas, sino también de sensibilizar a las grandes empresas para que nos apoyen en este proceso y abracen la red y sumen complicidades”, sin olvidar la importancia de la formación, apuntó en la presentación Boya.
Los cinco intervinientes expusieron diferentes maneras de colaborar desde sus entidades, proyectos que ya se están llevando a cabo en los diferentes territorios.
Conclusiones
En el marco de estas Jornadas se ha elaborado un documento, la Declaración de Somiedo para la Innovación Territorial en el Medio Rural, un decálogo de propuestas que pretende ser la brújula que guíe estos nuevos paso que se dan y que se puede leer íntegramente aquí. Un documento que resume el trabajo que se está haciendo, con un punto de crítica y que pretende también “la voluntad de construir un nuevo paradigma para el medio rural”, resumió Paco Boya Alós, encargado de leer el manifiesto.
Clausura
La vicepresidenta segunda de la Diputación Provincial de Jaén, Pilar Parra, incidió en que “vamos a trabajar para que esto sea una realidad. Hasta ahora ha habido muchos estudios e informes, pero creo que por primera vez vamos a pasar del lamento a la acción, un paso muy importante para rescatar y recuperar todo el potencial que tiene el mundo rural”. También reivindicó la importancia del papel de las diputaciones provinciales.
La clausura de las jornadas corrió a cargo del consejero de Medio Rural y Cohesión Territorial del Principado de Asturias, Alejandro Calvo Rodríguez, que señaló que “hay mucha gente observando qué está pasando con el medio rural y está de nuestra mano convertirlo en políticas y acciones reales”, consciente también de las críticas por la falta de acción en general desde la clase política. Y también confiado en las oportunidades que ofrecen los Centros de Innovación Territorial.
Manifestó la importancia de destacar a las personas y los proyectos, “ser humildes, compartir conocimiento y a partir de ahí, seguir avanzando”. Ser humilde es “no tener miedo que se construya de abajo arriba”. Éste es el enfoque con el que trabaja el LEADER, “la herramienta de emprendimiento más importante de nuestro territorio, un ejemplo de esto". En Asturias este concepto de pedir ayuda se plasma en una política transversal que se llama Agenda Urbana y Rural, con la que se busca que desde las distintas capas de la sociedad “compartamos”.
En este sentido se manifestó “optimista, siendo consciente de que también hay muchas dificultades” y reivindicó “una mirada real al medio rural para llevar a cabo políticas y que no sean discursos”. Como elemento importante destacó “no caer en el victimismo, que lleva al desánimo y que hace mucho daño en el medio rural y en los territorios porque deresponsabiliza a las personas, a los políticos, y parece que si todo va mal no hace falta hacer nada y aquí, al contrario, se abren muchísimas oportunidades”.
Calvo tiene claro que la cohesión territorial lleva a la cohesión social y que “los pequeños cada vez cuenten más en las grandes decisiones, no al peso de los votos, sino mirando al objetivo de cohesión y de futuro”.
Descarga la Declaración de Somiedo
Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural
HEMEROTECA
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