Marta Pérez, periodista de profesión, acaba de fundar la agencia de comunicación «Me lo dijo Pérez», iniciativa tan original e inusual en el medio rural que ha conseguido ser reconocida y premiada por la Red Rural Nacional como uno de los siete mejores proyectos de emprendimiento rural de España. El único galardón conseguido por una emprendedora asturiana. Desde hace más una década vive en Las Regueras, municipio rural del Camín Real de la Mesa, y hasta aquí llegó desde Boal, donde nació, y diversas estancias en grandes ciudades y otras más pequeñas. Pero esta periodista, madre de una niña pequeña, siempre tuvo claro que su pasión y vocación por el medio rural la devolvería, más tarde o temprano, al pueblo donde, según nos confiesa, «se vive, se piensa y se entiende el mundo de manera diferente».
¿Qué le dijo Pérez para venirse a Las Regueras?
En realidad no estoy descubriendo nada nuevo porque soy de pueblo. Nací en Boal, en pleno valle del Navia. Mi madre tenía una tienda y me crié en la acera, con mi hermano y todos los hijos de los comerciantes de mi calle. Allí pasé toda mi infancia y mi juventud. También fue mi primer destino profesional como corresponsal del periódico La Nueva España. He vivido en ciudades grandes, y en algunas más pequeñas. Y al final siempre vuelvo al pueblo. Cuando, por motivos de trabajo, tuve que trasladarme al centro de Asturias, lo tuve claro: me quedo en el pueblo. Una decisión que tomé junto a mi marido, que es de Illano, y al que también le tira el pueblo. En Las Regueras llevamos doce años y no lo cambiamos por nada. Aquí nació nuestra hija, tenemos un hogar y amigos que ya son como nuestra familia.
“Melodijopérez” ha sido premiado por la Red Rural Nacional como uno de los siete mejores proyectos de emprendimiento rural en España. La única emprendedora asturiana que ha logrado ese reconocimiento. ¿Por qué su iniciativa es tan especial y diferente a los demás?
No sé si es especial, lo que sí sé es que detrás hay mucho trabajo y mucha ilusión. A lo mejor queda un poco cursi decir que todos los proyectos que se presentaron a esta convocatoria eran especiales, pero de verdad que así lo creo. Nosotros sí teníamos una ventaja frente al resto, la comunicación. Es nuestro campo profesional. Al final, si no lo cuentas bien, eres invisible. Por eso es tan importante la comunicación. En cualquier caso, creo que la Red Rural Nacional ha valorado que somos la primera agencia de comunicación rural de Asturias y pioneros también a nivel nacional. Nadie está prestando ahora mismo este servicio en la zona rural. Y hemos detectado que es muy necesario.
La covid-19 ha acelerado la transformación digital de las empresas. Casi de un día para otro y a marchas forzadas muchos negocios tuvieron que reinventarse antes de dejarse morir. ¿El medio rural asturiano se está quedando atrás o aún podemos tener éxito?
Son tiempos difíciles para todos. Por primera vez el mundo rural juega con una ventaja, con el confinamiento hemos cambiado el chip y se valora más la calidad de vida que ofrecen los pueblos en un sentido mucho más amplio. Ahora bien, hay que ser realista, serio y mantener siempre los pies en el suelo. Aquí nadie te regala nada. Las oportunidades las tienes que inventar, crear y realizar. Y los problemas de aislamiento, comunicaciones y servicios tampoco van a desaparecer de un día para otro. En Asturias se está avanzando con la instalación de fibra y ya son muchos los ayuntamientos que se están animando con la construcción de centros de empresas en condiciones competitivas. Nunca es tarde si bien es cierto que en esta región estamos mejor que en otros territorios porque se mantiene nuestra cultura rural. Pero también he visto desde niña como mis amigos se han ido marchando, abandonando Boal con sus familias a la ciudad, o a los pocos empresarios que quedaban en el pueblo irse con sus negocios y sus puestos de trabajo a otra parte, por falta de terrenos, servicios y equipamientos en los que desarrollar su trabajo.
Efectivamente ya lo dijo Unamuno que “el progreso consiste en renovarse”; pero algunos entornos rurales aún tienen serias dificultades de cobertura y conectividad que condicionan sus oportunidades de vida y de negocio. ¿Es este el mayor lastre de las zonas rurales?
Es uno de ellos. En Las Regueras nos acaban de instalar la fibra y estamos encantados. Pero de momento no llega a todas partes. Hay que acelerar si de verdad queremos apostar por la España vaciada y la Asturias vaciada. Que no se quede solo en palabras. Porque las nuevas tecnologías son necesarias para todos, desde un ganadero, un comerciantes y yo misma que me dedico a la comunicación.
En estos tiempos un ganadero, un artesano o un chigrero, ¿pueden vivir de espaldas a las tecnologías de la información y la comunicación?
No deberían hacerlo. Poder sí se puede, como casi todo en esta vida; pero abrirse al mundo a través de las nuevas tecnologías es muy enriquecedor en todos los sentidos. Lo mismo en el pueblo, que en la ciudad. No importa lo pequeño que sea tu negocio o lo alejado que esté del mundo digital. Estar en la red mejora tu visibilidad, tu competitividad, la imagen de tu marca, y te ayuda a crecer. Todos tus vecinos están en FaceBook, por eso el escaparate virtual es tan importante como el físico. Además, hoy día todo lo que necesitamos lo buscamos en Google, cualquier servicio, cualquier producto. Si no estás, si no te encuentran, irán a buscarlo a otra parte.
¿La irrupción de la digitalización pone en peligro la tradición y la verdadera esencia rural?
Creo que no. Lo que pone en peligro real la esencia rural es que desaparezcan los pueblos. La tradición no está reñida con la tecnología, todo lo contrario, debemos usar la tecnología para apoyar y fomentar la tradición. También para difundir la cultura y la esencia de los pueblos.
Con la pandemia resurge la Asturias rural. Según tu propia experiencia personal y profesional ¿se trata de una moda o una esperanza para desterrar la temida despoblación que atenaza nuestros pueblos?
Depende de cómo juguemos la partida. Tanto los que estamos, como los que vienen por primera vez al medio rural. Si en el pueblo no hacemos vida de pueblo y permanecemos aislados, la vida no funciona. Seguramente cuando pase la moda o esta necesidad imperiosa que ha provocado la pandemia, si no han echado raíces, volverán a la ciudad. Pero no me vaya a malinterpretar, que vengan todos: los pueblos necesitan gente, necesitan niños, y personas que contribuyan con sus impuestos a tener y mantener servicios públicos de calidad.
La gente del medio rural siempre se queja de que “no tiene tiempo para comunicarse o no sabe hacerlo”. ¿Qué pueden encontrar un pequeño empresario, un ganadero, o un productor de quesos, por ejemplo, si llaman a la puerta de “Melodijopérez”?
Es verdad lo del tiempo, cuando te dedicas a tu trabajo no tienes tiempo para ocuparte del resto. En eso nosotros echamos una mano. Ofrecemos lo mismo que cualquier agencia de comunicación de la ciudad. Con la diferencia de que los precios y la carta de servicios están pensados para pequeños clientes y enfocados al medio rural. Y muy importante: hablamos el mismo lenguaje y sentimos el mismo orgullo rural. Es lo que nos diferencia. En cuanto a lo de no saber, no pasa nada. Cada uno tiene que saber hacer bien lo suyo, más que suficiente, si intentas abarcarlo todo tú solo te ahogas. Creo que dentro de poco tiempo se verá como algo normal tener una asesoría de comunicación que te ayude con tu empresa, igual que tienes un asesor económico para las cuentas y la declaración de la renta. Sobre todo, porque la competencia ahí fuera es feroz y si te quedas atrás no sales. La pandemia no hizo más que acelerarlo, pero el problema y la necesidad de soluciones estaban ahí.
Te he escuchado decir que “desde los pueblos también sabemos contar bien las cosas”. ¿Contarías que en el mundo rural también hay un lugar para abogadas, arquitectos, fotógrafos, dibujantes o diseñadoras?
Claro que sí. Mi vecina es abogada y ella estaba aquí antes que yo (risas). Con el apoyo de las nuevas tecnologías cualquier profesión se puede desarrollar desde el pueblo, hacia afuera, pero también hacia dentro, porque hay mucha necesidad de todo. Se pueden crear sinergias. Por ejemplo, nosotros para la prestación de los distintos servicios trabajamos en red con otros emprendedores rurales: informáticos, diseñadores gráficos, creadores de contenido audiovisual…
Viniendo a vivir y trabajar en Las Regueras, ¿te consideras una heroína?
Que va, todo lo contrario, soy una privilegiada. Llevo con orgullo mi origen y residencia rural. Ser de pueblo no es solo vivir en el pueblo, es una forma de ser, de pensar y de entender el mundo.
¿Algo más que nos tenga que decir Pérez?
Gracias. A todas las personas que confían en nosotros y a las que están ayudando a difundir lo que hacemos, como el caso de la Red Rural Nacional y la Red Asturiana de Desarrollo Rural. Quisiera hacer una mención especial a Sara Cillero, de Valnalón, por su orientación y sus consejos. Me ayudó a ver la luz. Lo cierto es que es un lujo contar en Asturias con profesionales de tanto nivel como ella.
A continuación os presentamos "Me lo dijo Pérez", primera agencia integral de comunicación rural. Ve aquí su presentación.
Y por último, en el siguiente enlace, os mostramos la presentación que esta periodista asturiana de Boal hizo de su singular proyecto en la Red Rural Nacional y por el que fue premiado como uno de los siete mejores de España. Puedes ver su exposición aquí.
Fuente: Red Asturiana de Desarrollo Rural